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foto: flickr de Tinkle Communications

¿Gastón no quiere enemigos?

Publicado: 2013-12-17

Gastón Acurio es un comunicador y empresario exitoso y sin enemigos. Ello por varias razones. Primero, tiene un carisma de televisión; segundo, tiene un tema incuestionablemente popular: la buena comida; tercero, hace proyección social; y, cuarto, dice y escribe cosas a la que nadie podría oponerse. El artículo de la legendaria Revista Caretas expresa esa forma de ser y decir cosas con un equilibrio suficiente y encantador para todos. Sin definiciones que generan respuestas y enemigos. Hay inconcreciones belaundistas con formas aglutinadoras.

A lo expuesto en Caretas nadie podría oponerse. ¿Alguien podría discrepar con la exhortación a que seamos ciudadanos libres territorial, económica y emocionalmente? Nadie. ¿Y sobre el resto de su deseos? Menos. Todos queremos una educación de calidad en sus tres niveles y más y mejor deporte. ¿Quién se opondría a la nutrición como segunda tarea? Nadie. Que “la nutrición y la educación son los pilares”, lo dice el Banco Mundial y el Consejo Nacional de Educación varias publicaciones atrás. Sobre la buena justicia y el cumplimiento de las leyes por la sociedad y el Estado; la creación de empresas y la necesidad de ser ciudadanos del SI y no del No, todos de acuerdo con éstas primeras cinco aseveraciones.

Por supuesto que podemos tener infraestructura “alemana” que conviva con las ”vías tradicionales” (su sexta receta). Claro, esto ya es sabido por miles de ingenieros y promotores de Provías, Foncodes o de tantas empresas. Que en el largo plazo debemos asegurarnos seguridad ciudadana para todos (sétima receta), lo dicen los especialistas, ministros, ex ministros y la gente de a pie. Que necesitamos “un sistema jurídico confiable y eficaz” y que difícilmente se “permita la corrupción” (octava receta), es cierto y bien que se logre.

¿Y la novena receta? La juventud. Dice Gastón: “A diferencia nuestra que cargamos esa mochila de miedos- nuestros jóvenes crecen libres”. Continua: “creen en su país, en el futuro, tienen sueños y metas dentro del Perú”. Sí, claro. Pero también en la juventud (lo han dicho Tong, Chacaltana, Aramburú y tantos) hay miedos y problemas. Son parte de anomias, desempleos, pobrezas y sobreexplotaciones laborales; son estafados por alguna educación sin calidad ni pertinencia, que pocos denuncian y muy pocos quieren resolver. Sí, muchos jóvenes creen en el país, ¿pero cómo resolvemos con ellos sus propios problemas? Todo lo anterior está para servirse, ¿pero cómo se hace?, ¿cómo se cocina y a qué costo?, ¿qué priorizamos?, ¿qué dejamos de hacer ahora importante para afrontar lo urgente que quema? Lo de Caretas es un menú no una receta, la receta es una estrategia que dice cómo ejecutar bien, eficientemente y asumiendo sabores y sinsabores.

La política debe renovarse, las políticas públicas deben ser más creativas, agudas e inclusivas y la sociedad más innovadora y justa. Pero ayuda poco que los nuevos políticos no concreten. Gastón amaga en una entrevista, se repliega en un tuit, da un menú de “lugares comunes” y concluye que el convocador multitudinario debe emerger “de la propia clase política”. ¿Qué pasó? ¿Sinceridad o indecisión? Que Gastón tiene tentaciones, seguro. Pero también percibe que la política no es simple, que se generan radicales enemigos –no sólo de la persona y sí de las necesarias decisiones. Que la política trae demandas, preguntas y objeciones que a lo mejor Gastón es consciente que no puede responderlas sin costos ni en el 2016 y ni en el 2021. Lástima para los que buscan un redentor, pero quienes ingresen a la política desde lo nuevo ayudarían más si lo hacen con definiciones; creando, precisando, convenciendo y encantando. Y ello –lástima- es un terreno de problemas y enemigos, de aliados y opositores, ausente de unanimidades, al que Gastón pareciera no ingresará finalmente.


Escrito por

Javier Barreda

Sociólogo PUCP, docente. Escribo. Ex Ministro de Trabajo. Ex- Vice de Promoción del Empleo y de Desarrollo Social. Director Editorial UNFV


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Búfalo de pradera

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