El aumento de 15 mil a 30 mil soles (100%) a ministros y viceministros es un golpe a millones de peruanos y a servidores públicos lejanos a un incremento similar. Más aún, si ya existía una norma en la que se admite que algunos funcionarios muy calificados podían ganar hasta 25 mil soles, no era necesario esto. ¿O qué ministro se iba porque “solo” recibiría 15 mil soles? ¿Por qué Castilla aceptó ser viceministro (con García) y ministro de Economía (con Humala) con aquella remuneración?

Si los ministros y viceministros deben ganar más, entonces, justifiquemos los incrementos. ¿Por qué 100% y no por tramos? ¿Acaso los aumentos de las llamadas “reformas salariales” no son progresivos? En Lima el ingreso promedio es de 1.590 soles y en provincias es 950 soles. El décimo más pobre del país incrementó sus ingresos en 40% en siete años. El promedio nacional de haberes de los peruanos creció en un 80%, en nueve años. Seis años demoró que el mínimo vital se incremente en 100%. ¿Por qué el aumento al 100%, muy por encima de la inflación que de 2011 a 2013 fue de 11%?

Los ministros se dijeron: somos los insustituibles talentos que el mercado seduce diariamente. Entonces ¿por qué muchos ex ministros y viceministros continúan en el Estado y no en el sector privado? ¿Abrimos el debate?

Ante la racionalización salarial en 15 mil soles durante el gobierno de Alan García, cientos de funcionarios se mantuvieron en el Estado, incluso talentosos profesionales asumieron continuamente responsabilidades y hubo resultados. Ser ministro es una responsabilidad política con la sociedad y es el Estado el que debe dar señales claras al país que el progreso es para todos, en una equitativa y proporcionada velocidad. Sin ningún tipo de privilegios.

(Publicado en Exitosa Diario, 13 de Febrero del 2014)