Y no podrá matarlos (II)
La violencia política significó la muerte de miles de peruanos y peruanas militantes de diversos partidos. Acá la segunda parte de las víctimas del APRA durante los años 80.
El jueves 19 pasado publiqué un artículo acerca de las víctimas del Apra durante los duros años ‘80. Así he recibido muchos correos o llamadas de militantes y dirigentes del Apra que han recordado muchas víctimas además de las que hice referencia en el artículo ‘Y no podrán matarlos’ (https://javierbarreda.lamula.pe/2015/02/19/y-no-podran-matarlos/javierbarreda/) Sería muy difícil escribir una lista completa; ese no era el fin. Intenté contarle al país que la derrota del terrorismo que materialmente le costó al país más de 30 mil millones de dólares, también implicó la muerte de miles de peruanos y peruanas militantes de una causa.
La acción silenciosa de un GEIN de la Policía Nacional fue efectiva, pero la pacificación tiene héroes civiles de aquellos partidos políticos que ahora denostamos. Esa militancia a toda prueba merece un reconocimiento. Y no solo porque eran apristas; también la izquierda y AP tuvieron víctimas. Marielena Moyano fue tan simbólica, como lo fue Felipe Santiago Salaverry, expresidente de EsSalud; Luis Paredes, líder social aprista de Piura; o Gilbert Urbiola, prefecto de Apurímac. Son tantos.
Por ello, destaco el artículo de José Alejandro Godoy el domingo pasado en Exitosa Diario (http://www.exitosadiario.pe/jgodoy/consejos-para-apristas ). Él dice que el Apra no ha afrontado el tema de los DDHH y reclama una autocrítica. Nosotros lamentamos toda violación a la vida e integridad y tal vez se pudo evitar muchos excesos de las fuerzas armadas; pero el terrorismo solo buscó la muerte reproduciendo la muerte. Ese era el medio: aniquilamiento y miedos extendidos tras el poder. La autocrítica existe en cada testimonio aprista ante la CVR y no renunciamos a cualquier investigación objetiva, sin odio.
La propia CVR señala a Sendero Luminoso como el principal responsable de tantas muertes. Y cuando el Apra recuerda a sus caídos tal vez no solo lo hace porque duele ver morir a los que uno más quiere, sino porque también hay muchos que por su antiaprismo ignoran que en la historia de la pacificación miles viajaron al infinito envueltos en bandera aprista. Eso no se olvida.