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Balarezo, Oropeza y los empresarios

"¿El lamentable caso Balarezo res­ponsabiliza y descalifica a CAPE­CO, a CONFIEP, a gremios empre­sariales? Definitivamente no. ¿Y el caso Oropeza, al APRA?"

Javier Barreda 

Publicado: 2015-04-30

Hace más de dos años es­cuchaba la preocupación de los empresarios res­pecto a la imagen de co­rrupción que tenía la población sobre su sector. “Cómo es posi­ble”, decía uno, “¿no saben todo lo que hacemos por el país, de los impuestos que pagamos?”. La encuesta de Proética 2012 (Ipsos) traía cifras alarmantes: 81% de los peruanos consideraban que las empresas eran corruptas y que 65 de cada 100 empresarios eran corruptos. Y si corrupción era per­cibida por tamaño de empresa, el 78% respondía que la gran empresa era la más corrupta. 

¿Por qué esta percepción tan crí­tica de los peruanos con uno de los sectores que ha coliderado soste­nidamente el crecimiento del país en los últimos años? Han invertido y han dado empleo. Muchas expli­caciones, al final las percepciones son hijas de las vidas cotidianas. Una encuesta similar al 2015 po­dría decirnos cómo creció o decre­ció esta percepción y por qué.

Pero, el caso de Lelio Balarezo definitivamente afecta la imagen empresarial. El líder de uno de los gremios del sector que más ha cre­cido económicamente –construc­ción civil- ha falsificado facturas para evadir impuestos y ha sido sentenciado. Gonzalo Zegarra, de Semana Económica, ha adelantado un concepto duro: “lumpempresa­riado”. CAPECO, gremio liderado por Balarezo por más de diez años, ha deslindado en un comunicado: “no conocíamos el proceso judi­cial”. Y Martín Pérez, expectante presidente de la CONFIEP, ha la­mentado sinceramente que Bala­rezo “no haya informado su situa­ción legal”; era su vicepresidente. ¿El lamentable caso Balarezo res­ponsabiliza y descalifica a CAPE­CO, a CONFIEP, a gremios empre­sariales? Definitivamente no.

El caso de Oropeza ha golpeado al Apra. Un inscrito, hijo de un di­rigente distitrial, está metido en un mundo de Porsche, peligrosas juntas, ajustes de cuentas, vedet­tes, fiestas locas y con servicios de limpieza a tres gobiernos, in­cluido al actual, al Ministerio Pú­blico, la SBS y el Poder Judicial. Y al Apra se le acusa de todo. El caso Balarezo es individual; lo dice la CONFIEP y CAPECO y se les cree. El caso Oropeza es in­dividual; responde el Apra; a la hoguera eterna. Que la corrup­ción no gane, investiguemos todo y tiempo al tiempo.

Publicado en Exitosa Diario, 30 de abril del 2015


Escrito por

Javier Barreda

Sociólogo PUCP, docente. Escribo. Ex Ministro de Trabajo. Ex- Vice de Promoción del Empleo y de Desarrollo Social. Director Editorial UNFV


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Búfalo de pradera

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