El PPC y el APRA
Se necesita una democracia con partidos, que a pesar de las diferencias, tengan una agenda común frente a los problemas del país.
Los partidos son necesarios en toda democracia que quiera institucionalizarse y expresar las diversas dinámicas e intereses sociales. La pluralidad en democracia es una relación de diversidades, tensiones y coincidencias de partidos y liderazgos. Pero a pesar de las diferencias e incluso polarizaciones, el espacio democrático y la institucionalidad debe ser la casa común de los partidos y movimientos.
Con el PPC, el Apra ha tenido divergencias. En la Constituyente de 1978 fue un movimiento interesante, tolerante e iniciador de un discurso socialcristiano expectante: contra la izquierda Bedoya cedió la presidencia a Haya. En los años 80’ nos distanció muchas razones de una década de exceso de ilusiones e ideologías; pero frente al senderismo se pudo hacer un puño en defensa de la vida. En los 90’ nos tocó enfrentar a la dictadura y juntos a través de Foro Democrático, Lourdes Flores, Mauricio Mulder y Javier Diez Canseco lideraron un esfuerzo inmenso por recolectar las firmas que impidieran la reelección ilegítima de Fujimori en el 2000. En el 2001 y 2006, ya en democracia, nos tocó pelear voto a voto la segunda vuelta. Tensiones, ilusiones, adjetivos; al final todos aprendemos de las batallas democráticas.
Lourdes Flores acaba de declarar que con el Apra hay una agenda común. Para ella, la pertenencia de Alan García a un partido con doctrina y responsabilidad histórica, garantiza una reconstitución institucional. Lo afirmó así también en una charla a los jóvenes apristas y pepecistas en la Casa del Pueblo hace tres años, explicando la necesidad que socialcristianismo y democracia social coincidan en pilares de desarrollo democrático.
Todo ello es más que puestos en un futuro ejecutivo o de lugares en una lista o plancha. Lo central del discurso de Lourdes Flores es el concepto de agenda común, apertura y tolerancia; de reconocimiento y superación de mutuos errores o sesgos para resolver las agendas auténticas de la gente de a pie. Ese es el espíritu que deberá volver con más fuerza a la política peruana a partir de julio del 2016; sin lugar a la intolerancia.
Publicado en Exitosa Diario, 27 de agosto del 2015