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La democracia se defiende

"Ante ello, la democracia no puede bajar la guardia. La acción contra el terrorismo implica pedagogía y evocar lo que se vivió"

Publicado: 2015-10-01

Lamentable que miles de jóvenes ignoren y adultos olviden lo que hizo el terrorismo en el Perú. Miles de muertos, millones en pérdidas y el miedo extendido que mermó la ciudadanía, los espacios públicos; nos generó el terror a ser libres. Fueron años de coches - bomba, de apagones y muerte de inocentes. 

La Comisión de la Verdad señaló certeramente la causa de esta guerra que una vanguardia terrorista declaró contra el Estado, la democracia y la vida: “La causa inmediata y decisiva para el desencadenamiento del conflicto armado interno en el Perú fue la libre decisión del PCP-SL de iniciar una denominada «guerra popular» contra el Estado”, contra el “sentir abrumadoramente mayoritario de millones de peruanos y peruanas”.

La derrota al terrorismo fue un esfuerzo de años. En 1980 Acción Popular encontró un fenómeno inédito. El Apra accionó medidas sociales como la redistribución de la tierra en Puno o los Rimanakuys para dialogar y favorecer directamente a las comunidades campesinas, pero a la vez impulsó acciones militares y policiales en defensa de los peruanos. La creación del GEIN en la policía fue el origen de la posterior captura de Guzmán. Cerca de 1,300 autoridades y militantes del Apra fueron “batidos” por esta demencia terrorista. El MRTA no fue una excepción en el uso del terror. Con Fujimori se cosechó una siembra dolorosa de una década y bien que se capturó a Abimael Guzmán y a otros. En todo este proceso no podemos ignorar los excesos por parte de las FF.AA., la Policía o rondas de autodefensa; pero juzgando y sentenciando ello, no podemos equiparar responsabilidades y culpas entre estas instituciones y el terrorismo.

Peter Cárdenas, cabecilla del MRTA ahora en libertad, dijo en su entrevista que Abimael Guzmán era un tipo inteligente y que al despedirse de él “casi lloramos un poco, porque hemos hecho una amistad”. Me sorprendió y alertó ese relato. Sensibilizarse y humanizar a depredadores de la vida.

Ante ello, la democracia no puede bajar la guardia. La acción contra el terrorismo implica pedagogía y evocar lo que se vivió. Pero la democracia también tiene el derecho a defenderse política y legalmente con medidas efectivas. Por ello, considero legítimo y democrático que los sentenciados por terrorismo nunca más puedan ejercer cargo por elección popular en una democracia que ellos intentaron destruir y nosotros defendimos con tanto dolor.

Publicado en Exitosa Diario, 01 de octubre del 2015


Escrito por

Javier Barreda

Sociólogo PUCP, docente. Escribo. Ex Ministro de Trabajo. Ex- Vice de Promoción del Empleo y de Desarrollo Social. Director Editorial UNFV


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Búfalo de pradera

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