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El derecho al trabajo justo

La generación empleo es urgente; tan urgente como que el trabajo en el Perú tenga mayores niveles de respeto a su trabajadores. 

Javier Barreda 

Publicado: 2016-02-04

Las políticas pro empleo tiene dos caras de una misma moneda: la promoción del empleo y la justicia en el trabajo. Sea trabajo dependiente o trabajo independiente siempre será la confianza y las acciones de los empresas y los millones de microempresarios los que impulsen la dinámica del mercado laboral. A más inversión, más posibilidades para que se abran empresas, fabricas, comercio, servicios, construcción. Esta dinámica hace que más peruanos puedan ingresar al mercado laboral sin dificultad y puedan obtener un empleo. Del 2006 al 2011 el empleo creció en un promedio anual de 7% a 8%. Y ello llevó a que se crease por lo menos 2,5 millones de empleos en los cinco años. Por ello se redujo la pobreza de 48% a 27%. 

Hoy con el gobierno de Humala, la realidad es otra. La economía viene decreciendo y cada vez son más los peruanos que tienen dificultades para ingresar con posibilidades al mercado laboral. Si el sector privado tiene desconfianza o si las expectativas de crecimiento son menores, entonces las posibilidades de obtener un empleo serán mucho menor. El crecimiento es la mejor política social ya que es la que se saca a los pobres de la condición de pobreza y le otorga a las clases medias estabilidad y posibilidades de crecimiento.

En lo que refiere a la justicia laboral, son necesarias políticas muy concretas y creativas de promoción y defensa de los derechos laborales. Hemos visto que en lo últimos años se ha deteriorado la defensa de los derechos laborales y el Ministerio de Trabajo ha perdido capacidad inspectora. Todos los días se reciben en el Ministerio cientos de demandas sobre maltrato laboral o no cumplimiento de derechos; y otras miles ni siquiera se presentan o denuncian por miedo al despido.

Este es un un gran desafío. Si bien existen miles de micro-empresas que necesitan ser promovidas antes que fiscalizadas, también es cierto que en empresas más grandes hay trabajadores, hombres, mujeres y jóvenes que demandan justicia laboral ante despidos intempestivos, pagos injustos, maltratos, etc. Esta justicia laboral debe ser atendida desde un estado más ágil y decididamente democrático. El respeto a los derechos laborales es un tema de justicia, pero también es una inversión social que el país y las mismas empresas deben alcanzar para ser más competitivos y justos.

Publicado en Exitosa Diario, jueves 4 de febrero del 2016 


Escrito por

Javier Barreda

Sociólogo PUCP, docente. Escribo. Ex Ministro de Trabajo. Ex- Vice de Promoción del Empleo y de Desarrollo Social. Director Editorial UNFV


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Búfalo de pradera

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