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UN CONGRESO SIN PRIVILEGIOS

Un medio para acercar a la política a la gente de a pie, es que los elegidos o quienes tienen cargo de confianza, no tengan ningun tipo de privilegios. 

Javier Barreda

Publicado: 2016-02-11

Lo que distancia a la política de los peruanos de a pie son muchas cosas. Hay una desconfianza que se acrecienta, a medida que las familias “resuelven” menos cosas en el Estado y buscan desarrollarse o ascender en la jungla de la informalidad y el mercado. La economía creció y los ciudadanos no asociaron ello a la política y a las políticas, sino a las cosas “naturales” que venían con el crecimiento y el desarrollo.  

A ello se suman otros factores de distanciamiento. Hay discursos desde la política que no se terminan de procesar; hay distancias entre las necesidades más urgentes y las propuestas más “elaboradas”; hay estilos de comunicación abismales con el peruano de pie. La política es vista así como un espacio exclusivo donde pocos desconectados definen por todos a espaldas de muchos. La ciudadanía así mira a la distancia a los políticos; “no se acuerdan de nosotros”; “son elegidos y ya no bajan por acá”.

Afrontar ello implica toda una revolución institucional, que puede demorar años, pero que es importante impulsar desde ya con acciones de los políticos electos o designados que emitan un mensaje de compromiso e identificación y no prerrogativas. Lo que afecta más a la credibilidad de la política son los “privilegios” de los políticos.

Hay status alcanzados por encima de lo que pueden tener los ciudadanos de a pie. Un congresista adquiere privilegios al ser elegido. Es un status que lo distancia de la gente; ello debe ser enmendado. Un congresista debería atenderse en los servicios de salud en los que se atiende la mayoría de peruanos y no permitir que el Congreso pague un seguro privado exclusivo. Igual puede ocurrir en las asignaciones adicionales al sueldo. La mayoría de servidores públicos (276, CAS y otros) reciben 300 soles; un congresista recibe un sueldo completo más tres veces al año (marzo, julio y diciembre).

Ni el congresista ni el político pueden tener privilegios. Es importante que se renuncie a la inmunidad parlamentaria y que se levante el secreto bancario a todo congresista como lo ha propuesto Alianza Popular. Y si los congresistas, e incluso los principales cargos de confianza, dejan de lado privilegios que los distancia de la gente, acercaremos más al Congreso y a la política al Perú de a pie.

Publicado en Diario Exitosa, 11 de febrero del 2016


Escrito por

Javier Barreda

Sociólogo PUCP, docente. Escribo. Ex Ministro de Trabajo. Ex- Vice de Promoción del Empleo y de Desarrollo Social. Director Editorial UNFV


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Búfalo de pradera

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