¿Millennials a la política?
Nuestros jóvenes millennials, los más pobres y excluidos, sin empleo, sin acceso al estudio, sin salud y sin horizontes de vidas seguros, son hijos de la globalización y las redes, pero están envueltos en situaciones apremiantes y de inestabilidad que deben resolver día a día; ello los aleja de la política.
Dos temas después de las elecciones se ponen sobre la mesa en el Perú. La necesidad de renovación de los partidos políticos y la urgencia de responder las demandas de amplios sectores juveniles en nuestro país. Ambos temas relacionados. La política no ha compensado las deficiencias o exclusiones de los jóvenes en el mercado; la precarización permanente de la mayoritaria situación laboral de la juventud en el Perú, de los llamados millennials (nacidos desde 1980 al 2000); que se calcula con 17% de desempleo, están en un 75% en la informalidad y más de un millón de ellos ni estudia ni trabaja.
Esta realidad ha distanciado a la mayoría de jóvenes de la política, de ahí su desdén hacia las formas de competencia política y lógicas de partidos. Que si bien no es un tema solo peruano, se expresa en el país en forma radical. La política es vista a la distancia y si bien se anima bajo climas electorales (algunos jóvenes activan), las militancias partidarias son mayoritariamente adultas (con presiones juveniles -de los pocos que están- por un mayor protagonismo). Los millennials no hacen política como lo hacía su antecesora generación X; aquellos tienen otras prioridades, desde la realización individual, pragmática y profesional o empresarial (millennials del A y B) hasta las urgencias por progresar con la familia, educarse contra todo, obtener el empleo aún precario, migrar y salir de entornos adversos, escapar de las violencias (millennials del C, D o del ámbito rural).
Estos últimos jóvenes sin empleo, acceso al estudio, salud y horizontes de vidas seguros, son hijos de la globalización y las redes, pero están envueltos en situaciones apremiantes y de inestabilidad que deben resolver día a día. Si a ello no responde el Estado o la política, y el mercado no incorpora como antes a los millennials buscadores de alguna oportunidad, entonces hay razones que explican esta ausencia joven en lo público y la política. ¿Qué interés o motivaciones para jugársela en la política, entonces, podrían haber en la mayoría de millennials (de cualquier grupo social)? Quienes tengan respuestas y encaucen creativamente a esta juventud con nuevos contenidos y formas políticas encontrará la llave para su necesaria renovación.
Publicado en Exitosa Diario, jueves 5 de mayo del 2016