Dejar de ser pobres de verdad
Es necesario evaluar realmente cuanto ha ayudado a reducir la pobreza las políticas sociales del gobierno anterior; los resultados parecen que más programas y recursos no han aportado mucho a dicho objetivo.
La reducción de la pobreza está más asociada al crecimiento de la economía, a la ampliación del mercado laboral y a la inversión pública y privada y la generación de más empleo, que a los programas sociales estrictamente.
La ministra de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS), Cayetana Aljovín, ha informado que durante el gobierno de Humala se crearon 31 programas sociales más; que en dicho ministerio el personal pasó de 3328 (2012) a 7939 (2016) servidores y que no hay una evaluación sobre los principales programas. Solo el Midis tiene un presupuesto de 4130 millones de soles y el conjunto de programas sociales del Estado es superior a 12 mil millones de soles. “Incluir para crecer” fue la filosofía oficial del anterior gobierno, que era una respuesta a la racionalidad y consenso de políticas públicas que consideran que “crecer económicamente es la mejor estrategia para reducir sostenidamente la pobreza”. Desde el 2005 al 2011 la pobreza se redujo de 54% a 27%. Del 2011 al 2015 la reducción solo ha sido de 5%. Algo así de -1% por año. Que coincide -es cierto- con la declinación del crecimiento económico, pero los voceros del gobierno anterior han expresado que la pobreza se ha reducido por la expansión de políticas y programas sociales. Esta premisa es la que debe ser evaluada. Es decir, cuánto realmente aportaron los programas sociales a la leve reducción de la pobreza y cuánto se debió al crecimiento económico, que aunque bastante menor que el quinquenio 2006-2011, habría aportado a la reducción de la pobreza más que el esfuerzo de los programas sociales (aumentados en número, presupuesto y personal).
Este balance (para una fusión, permanencia o mejora) de lo hecho socialmente durante Humala va más allá de una transferencia administrativa de cargos. Es hacer un corte y evaluar con objetividad si estas políticas y estrategias son o no el camino correcto a continuar. Lo importante es que los pobres salgan realmente de la pobreza, porque es fácil contabilizar con optimismo a cada peruano que tiene ingresos por encima de 315 soles mensuales (para considerarlo no pobre), pero esa línea es una estadística y no nos pueden decir que esos ya no-pobres se sientan y sean realmente no-pobres, no-excluidos o descontentos cada día. Dejar de ser pobre de verdad incluye, pero va más allá de los programas sociales y del propio Midis; ello tiene que ver con empleo, educación, infraestructura, productividad, capital social y más.
Publicado en Exitosa Diario, 25 de agosto del 2016