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Así no juega Perú

La corrupción y el deporte en el Perú y el mundo crecen como "prácticas perversas de apropiarse de los recursos públicos y  debilitan a las instituciones y enrarecen el humor en el diario trajinar de la gente"

Javier Barreda 

Publicado: 2016-10-28

La corrupción también ha invadido el deporte desde hace décadas. Como muchos ámbitos de la vida, las prácticas perversas de apropiarme de los recursos públicos debilitan a las instituciones y enrarecen el humor en el diario trajinar de la gente. La gente de a pie cada día racionaliza e interioriza la idea que “los de arriba” no hacen nada contra la corrupción y están en ventaja para “negociazos” o privados beneficios incrementales. 

“El mundo de la vida” deportiva viene haciendo noticia, diversas denuncias de corrupción en el Perú como en el mundo constatan que los deportes con mayores concurrencias, espectadores y consumo mediático han sido infiltrados exitosamente por la corrupción; se acabó el juego bonito. Hace años explotaron los escándalos de la FIFA, que tumbaron a Blatter y Platini, el primero dirigente por 17 años de esta transnacional del fútbol. La Federación Inglesa de Fútbol acaba de despedir a Sam Allardyce, el entrenador de la selección de fútbol por estar vinculado -según audios- a casos de irregularidades en el traspaso de jugadores de un equipo a otro. Hace algunos días el secretario general de la Federación Boliviana de Fútbol, Walter Torrico, fue detenido por varios cargos, entre los que se encuentran el uso sospechoso de 3 millones de dólares que la FIFA entregó a la federación de fútbol y por falsear diplomas de estudio.

A raíz de la colaboración eficaz de Emilio Odebrecht, del polémico grupo empresarial, pareciera que la construcción del estadio del club Corinthians fue una especie de regalo a Lula, correspondiendo a concesiones que el grupo logró bajo el gobierno del PT. Las Olimpiadas de Río costaron 4600 millones de dólares y su ejecución no ha sido ajena a relaciones especiales de grupos empresariales con políticos. En la lejana Kenia, acaba de disolverse el comité olímpico por actos evidentes de corrupción.

En el Perú también se cuecen habas. La corrupción en el deporte es global, pero tiene sus “propias especificidades nacionales”. Hoy está bajo la lupa el Comité Olímpico Peruano y recursos ejecutados bajo sospecha y sin rendición de cuentas. El expresidente del IPD, Francisco Boza, culpa al “desorden” en la gestión. Varias federaciones y el propio expresidente del IPD son sujetos de denuncias e investigaciones no desdeñosas. Se dice que mucha plata corre en el fútbol y muchos intereses se enraízan en no pocos deportes. Ojo con la ejecución a velocidad turbo de los Panamericanos. Dirigentes, agentes, entrenadores, deportistas, empresarios e incluso “opinólogos deportivos” son parte –algunas veces- de redes para ganar, acumular y poner el mundo a sus pies. Como decían nuestros mayores cuando alguien rompía las reglas y jugaba con trampas: “así no juega Perú”. El mundo ha dejado de jugar bonito y transparente en muchos deportes. Ojalá vuelva el deporte sin pelota manchada.

Publicado también en Diario Exitosa, 27 de octubre del 2016 


Escrito por

Javier Barreda

Sociólogo PUCP, docente. Escribo. Ex Ministro de Trabajo. Ex- Vice de Promoción del Empleo y de Desarrollo Social. Director Editorial UNFV


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Búfalo de pradera

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