La universidad pública resiste
Es necesario discutir sobre los desafíos de la universidad pública con quienes enseñan e investigan en sus aulas; docentes que en todo el Perú forman a tantos jóvenes que aspiran al progreso.
El debate sobre la Ley Universitaria no va a terminar. Y no es malo que este debate se haga permanente. Hay 140 universidades en el Perú, 51 universidades públicas y 89 privadas. Son las privadas las que más se han incrementado desde el año 2000. Y ello no corresponde solo a una lógica de mercado en el Perú, sino que es parte de un proceso global en la que las demandas de educación y formación se hacen más competitivas y extendidas en las nuevas generaciones, en ciudades en ascenso, con nuevos conocimientos y tecnologías, en nuevas clases medias y empresas cambiantes, con mercados emergentes y complejos.
La universidad pública, sobre la que muchos escriben y pocos conocen, resiste en el Perú. La universidad pública es un espacio que forma con pocos recursos e infraestructura en muchos casos, precarios. Desarrollan un esfuerzo cotidiano de profesores y alumnos. Y a pesar de carecer de inversiones nuevas y sin cobrar pensiones, las universidades públicas resisten, forman e insertan. En un estudio, poco conocido, del INEI de noviembre del 2015 sobre los egresados en universidades públicas y privadas, encontramos un cierto "empate técnico". El desempleo de las universidades públicas en Lima es el 10,7% y de las universidades privadas de la capital tienen es el 11,6%. El desempleo de egresados de la universidad pública de provincias es de 13,3 y en la universidad privada de provincias es de 13,2%. En general la inserción laboral del egresado de ambas es similar.
Y en lo que respectan los ingresos promedios, los egresados de universidades privadas de Lima superan a los de las públicas en la capital (2670 soles sobre 2344 soles). Los egresados de las universidades públicas de provincias superan ligeramente a los egresados de las universidades privadas de provincias (1871 soles sobre 1836 soles).
La Universidad no sólo es una cosa locos, como refería el famoso grupo Río en los 80, sino que es parte de una inmensa voluntad de ascenso de jóvenes en casi todo el mundo y el Perú. No importa el número de universidades, sino la calidad de las mismas. El fin de lucro sin formación pertinente, el no pago de impuestos y el uso partidario-personalista y electoral de las universidades privadas es un tema pendiente. Y lo pendiente en la universidad pública, es que su desafíos futuros se debatan con quienes enseñan e investigan contra viento y marea en sus aulas llenas de jóvenes de tantos Perúes que aspiran al progreso.
Publicado en Exitosa Diario, 8 de diciembre del 2016