#ElPerúQueQueremos

2017: Año de la Anti-Política

¿Cuántos políticos, tecnó­cratas y otros empresarios estarán involucrados en esta  movida que recién se inicia? Vere­mos. ¿Podrá el sistema político peruano resistir la prueba radical de la antipolí­tica del 2017? Esperemos. 

Javier Barreda 

Publicado: 2016-12-30

En el 2017 habrá más antipolítica. Será el año de mayor deva­luación de la políti­ca. No es solamente las rela­ciones tensas entre el Poder Ejecutivo y el Congreso de la República o los diversos pro­blemas internos que van vi­viendo varias organizaciones políticas y frentes electora­les, que agudizan situacio­nes de falta de cohesión. El caso Odebrecht va a remo­ver radicalmente en el 2017 la relación entre ciudadanos y elegidos (oficialismo y opo­sición). Es el escándalo polí­tico de corrupción más fuer­te desde los “vladivideos”. Y es el más crítico desde el año 2001, cuando retornó la de­mocracia. Los titulares de los diversos medios de comuni­cación y el Poder Judicial -sí funciona- se dedicarán a ir destrabando todas las sos­pechas, verdades y más can­tidades en este escándalo de corrupción transnacional que por lo menos ya se sabe que ha significado el pago de 29 millones de dólares en el Perú. Aparecerán nombres y más nombres y tal vez más montos. 

Solo la justicia puede pre­cisar qué tanto de lo que hizo Odebrecht fue legal o no. Por los pagos de coimas en los países donde esta pode­rosa empresa brasileña (que según alguna versión exmi­nisterial “pone y saca presi­dentes”) y que han sido re­conocidos por sus más altos jerarcas, esta práctica acom­pañó a porcentaje impor­tante de sus inversiones. La política y la economía, estre­chamente relacionadas en un extendido mercantilismo que abarcaba los espectros ideo­lógicos más distantes, desde las derechas a las izquierdas.

La política como práctica de servicio al ciudadano y como base de una sociedad demo­crática republicana, significa­rá mucho menos para ciuda­danos de a pie (con problemas básicos sin resolver) cuando el prestigio de la “clase políti­ca” se vea mermado por el es­cándalo de la corrupción. Paul Krugman acaba de advertir sobre la crisis de la república, que aunque en su país puede calzar en cualquier realidad democrática en crisis: “Los po­líticos que supuestamente de­fienden el libre mercado están descubriendo que el capitalis­mo basado en el amiguismo funciona bien, siempre que los amigos sean los correctos”. Odebrecht es un caso gran­de, pero ¿qué sucede cuando el sistema político (de nuevos y viejos actores) asume que es mejor hacer desarrollo e in­versiones con “los amigos co­rrectos”, grandes y pequeños?

¿Cuántos políticos, tecnó­cratas y otros empresarios estarán en la movida? Vere­mos. ¿Pero, podrá el sistema político peruano resistir la prueba radical de la antipolí­tica del 2017? Difícil respon­der. Pero la salida va por ha­cer el mayor esfuerzo para que el Estado mejore y que las clases medias y los po­bres vean que las cosas fun­cionan para bien; que la po­lítica resiste cambiando, haciendo y cohesionando; en medio de titulares que de todas maneras serán lapida­rios en el 2017. Feliz Año, es­peremos.

Publicado en Exitosa Diario, 29 de diciembre del 2016


Escrito por

Javier Barreda

Sociólogo PUCP, docente. Escribo. Ex Ministro de Trabajo. Ex- Vice de Promoción del Empleo y de Desarrollo Social. Director Editorial UNFV


Publicado en

Búfalo de pradera

Un blog de Javier Barreda