Estadística y pobres reales
La pobreza real está más allá de la estadística; el mundo real de los pobres cambia día a día. Pero más que programas sociales, para derrotar la pobreza se requiere inversión, mercado laborales dinámicos y más y mejor calidad de la educación
Aunque en menor intensidad, sigue disminuyendo el porcentaje de familias que viven bajo la línea de pobreza. De acuerdo al INEI, en el 2006 los pobres del Perú representaban aproximadamente el 47 % de peruanos y en el 2011 era el 27%. Una reducción de 20 puntos en 5 años. En el 2016, el 21% de peruanos eran pobres, lo que representa una reducción en 5 puntos en 5 años.
Más familias están sobre la Línea de Pobreza, que, de acuerdo a los expertos, es el gasto mínimo per cápita mensual para ser no-pobre. Para el 2016, el valor de la línea de pobreza es de S/. 328 soles per cápita mensual. Ese monto es el valor monetario mínimo mensual “necesario que requiere una persona para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias”. Una persona que no puede disponer de esa cantidad, estará debajo de la línea de pobreza o es estadísticamente pobre. Ahora, el no ser pobre no supera tampoco la ansiedad, angustia y desesperación. El 40% de los no pobres son vulnerables (ganan diariamente 33 soles o menos). Estas cifras son aproximaciones a una realidad, pero no visualizan los problemas diarios de los ya no-pobres y vulnerables.
Como decía Anthony Giddens, las sociedades se reproducen y transforman constantemente. La estadística es una foto del momento, que nos aproxima a lo real, pero no en tiempo real. Por ejemplo, si hemos tenido 1 millón 104,250 peruanos afectados y 247 mil 127 viviendas afectadas por el Fenómeno del Niño, de hecho ello ha cambiado ya la foto sobre la pobreza que se tomó en el 2016 y se revela en el 2017. Por estas y otras causas, cada día se generan y destruyen empleos; suben y bajan ingresos en miles de peruanos.
Lo real es que el crecimiento de la economía crea empleo y es el arma más efectiva y sostenida para reducir la pobreza. Incluso, la economía informal (aunque nociva) genera ingresos y movilidad social. La educación es otro factor que explica la pobreza. Los pobres tienen en promedio 5 a 6 años de educación y los no-pobres 10 a 11 años, el doble. El 51% de los pobres sólo tienen primaria y el 41,7%, secundaria; aunque no siempre completa.
Se reduce la pobreza con crecimiento del mercado laboral y mayor educación; la importante acción del Estado (agua y desagüe, salud, electrificación, transferencias monetarias, etc.) es complementaria. Un mercado laboral dinámico y una educación de mejor calidad y extendida a más peruanos son las principales vías que erradican la pobreza, para casi siempre.
Publicado en Exitosa Diario, 18 de mayo del 2017