Héroes y Montesinos en Caiga quien Caiga
Una nota
La patología por el poder de Montesinos y todo lo execrable que se construyó a la vista de muchos y el silencio de más, era una oportunidad para una realización extraordinaria o que por lo menor pueda fascinar a los neófitos del cine como yo. El extraordinario esfuerzo y la calidad de Miguel Iza (como Montesinos) quedan sub-utilizadas por una historia mal contada, de diálogos simples, casi aburridos, de secuencias esperadas, de hechos inverosímiles, de protagonistas sobre dimensionados a la categoría de héroes. Pero, sobre todo, es una película que ignora a tantos ciudadanos que se la jugaron contra Montesinos y el fujimorismo desde el mismo día del golpe de abril de 1992, incluso al final del régimen. No era deber de los creadores de Caiga quien caiga ni motivo de la película incluir más actores, ni ir más allá o nombrar a más protagonistas de los últimos días de Montesinos y Fujimori, pero si hubiese sido un aporte presentar a los actores de la etapa final de la caída del primer fujimorismo es su real y compleja dimensión, en sus lados claros y oscuros. Hay que verla, igual. Nos recordará un episodio que no debe volver; que es necesario no olvidar y urgente recordarlo en los nuevos ciudadanos. Hay que verla, tal vez, como un documental perfectible. No como una gran película que siempre para ser tal requiere de una creatividad y complejidad especial de la que carece. Caiga quien caiga no nos dice nada más de lo que ya sabíamos; además de recordarnos que tenemos muchos y grandes actores, con no tan buenas producciones. Véanla.
Miraflores, 30 de agosto del 2018